miércoles, 20 de abril de 2011

Don't Stop Believin', Journey



Hoy os voy a presentar en, una canción para cada día, dos canciones, por eso de llevarse uno mismo la contraria. La primera es 20 de abril, de los Celtas Cortos; la segunda, una canción que no he parado de escuchar desde que lo hiciera por primera vez durante el capítulo final de Los Soprano. Un himno del grupo Journey: banda roquera melódica formada en 1973 y que con la valiosa incorporación del vocalista Steve Perry pudieron darle profundidad y fuerza a sus letras, ya que su voz ha sido reconocida como una de las mejores del rock gracias a un registro descomunal y a un timbre de voz nítido y certero. Don’t Stop Believin’ forma parte de su álbum más vendido, Escape, que también incluía a temas tan conocidos como Open Arms (nombre del karaoke al que voy usualmente) o Who’s Crying Now. Aparte de Los Soprano, es conocida también por la versión del programa televisivo Glee en 2009. Sin embargo, nadie ha conseguido igualar la fuerza que Journey le impregnaba en los ochenta. Dedicada para los que escuchan la música tan alta que hacen creer al vecino que los cuadros de su casa se mueven por la mano maliciosa de un fantasma.





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